jueves, 12 de agosto de 2010

Sentimientos en decadencia.

Lluvia.
Sólo lluvia.
El cielo gris vacía mi mundo, exprimiendo la poca alegría que me queda. No hay ánimos. Me quedo mirando el cielo, sin energía para nada más. El breve ruido del viento chocando contra las puertas es un llanto entre un mar perdido, insalvable. Una nube de tristeza recorre mi corazón, oscureciendo todo lo que me rodea. Todo está sumido en mi oscuridad. No hay nada que yo pueda hacer, ni una pequeña luz. Soy oscuridad, lo he querido así. No hay ni una mísera llama de vela entorno a la oscuridad del viento huracanado. No tengo un mísero sentimiento, a eso renuncié hace tiempo. La montañas son un eco, perdido entre el continente. Las nubes grises son mi estado de ánimo. El breve llanto del viento es la luz, que desaparece. Abro mi jardín de tristeza, de amargura, de oscuridad. Beso suavemente la brisa que me entorna, sin obtener el tacto grácil del viento. Hallo mi sueño perdido entre mi agujero oscuro, cuando vivía en mi árbol de sentimientos. Crece la lucha en mí, golpeando las grises nubes. Recuerdo las alas de luz, perdidas entre el maremoto de llantos.

1 comentario:

Ximena Rodero Keller dijo...

Tuuuu! Como que tanta oscuridad y tantas pamplinas? Tú más feliz que un regalíz, eh!
^^
Está muy bien Yondy, en serio, me encanta como escribes.
Aunque ciertamente me recuerda a un relatillo que hice hace tiempo.
Ya te lo enseñaré :)
Un besaazo!